By Laura Reynoso
Es definitivo, la gente se maquilla desde la antigüedad, de diferentes maneras, con diferentes materiales y productos pero siempre con la idea de mejorar su apariencia externa.
Hoy en día el maquillaje tiene diferentes propósitos pero no cabe la menor duda de que nos vemos más atractivas cuando nos damos un buen maquillaje, pudiendo realzar nuestros rasgos más bonitos y esconder los que nos restan belleza.
Demos un vistazo en el tiempo:
Las mujeres egipcias resaltaban sobre todo los ojos que maquillaban con colores fuertes, los párpados los pintaban con colores vivos que obtenían a base de mezclar tierra, cenizas y tinta.
Las egipcias fueron las que iniciaron la moda de pintarse los labios, lo que hacían con un tinte hecho de ocre rojo y óxido de hierro natural que extendían con un cepillo o un palito, interesante, no?
Siguiendo nuestro recorrido por Grecia y Roma, el maquillaje se perfecciona y empieza a cobrar importancia también la piel, que se intenta blanquear con una mezcla hecha a base de yeso, harina de habas, tiza y albayalde (carbonato clásico de plomo), que al final obtenía resultados totalmente contrarios a los pretendidos, ya que al contacto con el sol oscurecía el rostro.
El verdadero apogeo del maquillaje lo encontramos en la corte de Francia, donde se blanqueaban las caras con polvos y una crema nacarada brillante a base de azufre que llegaron a provocar envenenamientos mortales.
La época de mediados del s. XIX, suponemos que fue el inicio del maquillaje moderno, en estas fechas aparece por primera vez el rojo de labios, concretamente en el año 1880, este consistía en una pomada compuesta por mantequilla fresca, cera de abeja, raíces de un colorante natural (orcaneta) y racimos de uvas negras sin pulpa que colorea sin producir efectos secundarios, gracias a Dios.
Desde aquellos comienzos hasta hoy, la cosmética ha dado un giro de ciento ochenta grados y nos encontramos con un inmenso mercado dedicado solo a nosotras y a mejorar nuestra imagen con toda clase de productos elaborados de forma industrial para mejorar y realzar nuestra belleza.
Es increíble lo que el ser humano ha recorrido para poder lucir mejor en la sociedad y para mejorar su autoestima, hoy definitivamente la modernidad nos ha beneficiado mucho, ya que solo tenemos que ir a una tienda por departamentos o simplemente entrar al internet a buscar la línea de maquillaje que más nos acomode.
